De ascendencia gallega, José Sánchez-Parga nació en Salamanca en 1940 y transcurrió su infancia y adolescencia en La Coruña. En 1989 adquirió la nacionalidad ecuatoriana, país al que entregó su vida profesional y en el que dejó una huella profunda en los ámbitos académico y cultural. Falleció en Bélgica en 2014, cerrando una trayectoria vital marcada por el rigor del pensamiento, la sensibilidad humanista y un compromiso inquebrantable con América Latina.
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José Sánchez Parga
Tras culminar sus estudios secundarios, ingresó a la Compañía de Jesús, orden religiosa en la que permaneció hasta 1977. Durante sus años de formación jesuita, se dedicó al estudio de la Filología Griega y Latina en la Universidad de Salamanca y, posteriormente, cursó la carrera de Filosofía en la Universidad de Comillas. Su vocación intelectual lo condujo a emprender un doctorado en Filosofía, cuyos estudios se desarrollaron en Fráncfort (Alemania) y Lovaina (Bélgica), y concluyeron en Roma, donde obtuvo el grado de doctor. Paralelamente, amplió su formación con licenciaturas en Teología y en Estudios Bíblicos, consolidando una base académica de notable amplitud y profundidad humanística.
A finales de la década de 1970, Sánchez-Parga decidió abandonar la Compañía de Jesús y emprender un nuevo rumbo en América Latina. Se trasladó a Cochabamba, Bolivia, donde residió durante dos años y medio hasta su expulsión tras el golpe de Estado del general García Meza. Este acontecimiento marcaría un punto de inflexión en su vida y lo llevaría a establecerse en Ecuador, país que lo acogería desde entonces y donde desarrollaría gran parte de su obra intelectual. En 1989 formalizó su vínculo con el país al adquirir la nacionalidad ecuatoriana.
Desde su llegada, se integró activamente en el mundo académico y en los espacios de pensamiento crítico que caracterizaron al Ecuador de las décadas de 1980 y 1990. Fue investigador del Centro Andino de Acción Popular (CAAP) y participó en la creación y promoción de la revista Ecuador Debate, una de las publicaciones más influyentes en la reflexión social y política del país. En el ámbito universitario, desempeñó un papel relevante en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), donde impulsó la reorganización del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA), más tarde transformado en el Instituto de Investigaciones de Ciencias Humanas (IICH). También fue profesor de la Universidad Politécnica Salesiana, donde continuó su labor docente y de investigación.
El trabajo de Sánchez-Parga se centró en la sociología y la antropología del mundo andino, así como en los campos de la política, la educación y la cultura. Su mirada crítica combinó la erudición teórica con una profunda sensibilidad hacia las realidades sociales latinoamericanas, particularmente las de las comunidades indígenas. Fue un pensador comprometido con el diálogo entre la reflexión filosófica y la acción social, y un prolífico escritor cuyas obras contribuyeron a comprender las transformaciones de las sociedades andinas frente a los procesos de modernización, globalización y cambio cultural.
Además de su labor académica, participó en actividades de consultoría y asesoramiento para distintas entidades gubernamentales y organizaciones sociales, especialmente en temas vinculados con la educación, la sociocultura y las políticas públicas orientadas a los pueblos indígenas. Su experiencia internacional, unida a su perspectiva interdisciplinaria, aportó herramientas valiosas para el diseño y evaluación de políticas y proyectos en el ámbito social.
José Sánchez-Parga es recordado como un intelectual integral, un docente apasionado y un investigador incansable. Su obra refleja una constante búsqueda por articular pensamiento crítico, ética y compromiso social. En Ecuador, su legado continúa vivo en los espacios académicos y en las generaciones de estudiantes y profesionales que formó, inspiradas por su rigor analítico y su profunda convicción en el poder transformador del conocimiento.